Un experimento
permite ver París como la vería un gato, un perro, una abeja, una rata y un
halcón.
Con tecnología 3D y el asesoramiento de expertos en
visión animal, un proyecto permite ver la ciudad de la luz con los ojos de
varios animales. Es un entretenimiento pero muestra una realidad y un punto de
vista muy diferentes a la humana.
Las empresas francesas Dassault Systèmes y Current,
con el asesoramientode tres oftalmólogos veterinarios, acaban de presentar el proyecto Todos los
ojos en París (All Eyes on Paris). Se trata de una experiencia realista que, con ayuda
de la tecnología 3D, permite ver a niños y adultos través de los ojos de los
animales la plaza de Vendôme de la capital francesa mediante una página web
interactiva.
Los principales monumentos de París, sus calles más
famosas y sus gentes, pueden ser contemplados igual que lo haría un gato, un
perro, una abeja, un halcón y hasta una rata. Los creadores de la experiencia,
que forma parte del festival Futur en Seine, prometen
añadir más animales a la lista y más localizaciones de la ciudad.
Los humanos vemos de forma muy diferente a como ven
las distintas especies animales. Nuestra visión tiene algunas ventajas respecto
a la de otros animales, pero también limitaciones que no sufren otras especies.
Mientras el ojo humano cuenta con elementos como la mácula lútea o la fóvea que
le permiten ver con una gran agudeza y detalle, los gatos, que carecen de ambos
elementos, ven la realidad con trazos muy gruesos. En cambio, su ángulo de
visión es muy superior al humano.
La experiencia permite pasear por París y verla con
otro color. Los ojos humanos son tricrómatas, perciben los tres colores
básicos, rojo, azul y verde y, combinándolos, reproducen la realidad. Pero,
gatos y perros son dicrómatas, no captan el rojo. Peor lo tienen las ratas.
Además de que ven el mundo desde muy abajo, sólo lo hacen en blanco y negro.
Encima, son miopes, más allá de unos cuantos centímetros todo es borroso.
VISTA
ADAPTADA A LA OSCURIDAD
Sin embargo, no hay una visión peor que otra. La
evolución ha adaptado la de cada uno a sus necesidades. Aunque las ratas vean
mal a corto, tienen una gran visión nocturna. Gatos y perros comparten una
membrana reflectiva que, en la noche, les permite absorber cinco veces más
cantidad de luz que la que puede captar el ojo humano.
Hay dos animales en el experimento que, además, ven
mejor que los humanos en casi todos los aspectos. El halcón, que también es
tricrómata, tiene una doble fóvea que hace que vea el paisaje y a sus presas
con una nitidez que nunca tendrá el ojo humano.
Pero quien debe disfrutar más de París son las abejas.
Sus ojos son en realidad unos ojos compuestos formados por centenares de
omatidios, unas células fotorreceptoras. Cada una recibe parte de la imagen que
después une formando un collage. También son tricrómatas pero en vez de
percibir el rojo, captan parte del espectro ultravioleta que escapa al ser
humano. Por eso ver París como una abeja es casi cómo verla como lo hacían los
impresionistas.
Visión de un perro |
Visión de una abeja |
Visión de un halcón |
Visión de un gato |
Visión de una rata |
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